En toda conversación en la que se intenta «vender» a alguien los beneficios de usar productos Apple frente a otras marcas siempre sale el tema del precio. Se suele decir que los productos Apple son caros y en términos absolutos así es. Si nos paramos a examinar el tema con un poco más de detenimiento vemos que el precio que pagamos es alto, pero el producto que obtenemos a cambio es de una altísima calidad, muy bien construido y diseñado.
Además debemos pensar que los accesorios que incluyen los productos han sido fabricados siguiendo las mismas pautas de calidad e innovación y esto también hay que pagarlo.
Ken Shirriff es un aficionado a la electrónica con unos conocimientos muy amplios. Recientemente compró un cargador de iPhone en versión estadounidense y quiso explorar el interior, descubrir por qué el precio en el mercado del cargador es tan elevado. Ken esperaba encontrar un cargador estándar y demostrar que el alto precio (29 dólares) era en gran parte beneficios para Apple.
En cuanto abrió el cargador se dio cuenta de que realmente Apple había invertido tiempo y tecnología en crear un cargador más avanzado que el de la competencia. Se trata de un cargador que contiene tecnología para intentar que la energía que llega a la batería del iPhone produzca las mínimas interferencias posibles, además de mejorar la seguridad del cargador lo máximo posible. Ken asegura que si se compara con los cargadores de otros fabricantes de primer nivel (Samsung pone de ejemplo), el cargador de Apple gana sin lugar a dudas.
De todas formas Ken comenta que los componentes incluidos no suben el precio de fabricación de una forma excesiva, aunque sí es cierto que se ha invertido tiempo y dinero en desarrollo e investigación, por lo que es normal que el precio suba un poco, aunque aún así el margen de beneficio de Apple es bastante grande.
¿Son caros los productos Apple? Puede ser, pero para muchos de nosotros vale la pena pagar un poco más y tener productos que, salvo excepciones, nos durarán bastante más tiempo que otros funcionando como el primer día.
Vía | Gizmodo
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